….Y con prisas, hiperestimulado, hiperactivado, hiperagobiado….
No vale detenerse, no vale pensar, no vale meditar, no vale experimentar, no vale mirar, observar, escuchar, ni reflexionar….
A día de hoy eso de “El tiempo es oro”, ha quedado desfasado…el tiempo es más caro que el oro.
Un día normal….suena el despertador y das el salto de la cama…a prisa el desayuno, la ducha, vestirse, los niños al cole o a casa de los abuelos. Una vez colocados, al trabajo…a prisa porque hay que cumplir las expectativas de un trabajo que en la mayoría de los casos es precario, con jornadas abusivas y además ni me satisface…pero paga las facturas.
Se acaba el trabajo…a por los niños, hay que llevarlos a sus actividades extraescolares…cuantas más mejor, no sea que el día de mañana no puedan acceder a un buen trabajo si no saben música, natación, fútbol o ballet…mientras están ahí, aprovechas para hacer algo de compra.. Vuelta a por los niños y a casa, los deberes, las duchas, la cena, la comida de mañana y de vuelta a la cama…eso si no tienes que poner lavadoras o planchar…y vuelta a empezar…
Un día, y otro y otro y otro…
Y entre medias bombardeos de propaganda de todo tipo, a través de la radio, el tv, el periódico, el móvil… de algo que te hacen creer que necesitas y “porque te lo mereces”, porque no vas a ser menos que el que ya lo tiene, amén de que como no te des prisa “te quedas sin él”..
Y ante esa amenaza de que me puedo quedar sin él ni tan siquiera reflexiono si lo necesito. Igual sí me hace falta, pero en mi cabeza y en luces de neón, solo resuena “ese me puedo quedar sin él”
Si mi dedo es más rápido que mi sensatez, ya le habré dado a la tecla de “comprar” antes de darme cuenta….otra factura a pagar por algo que de momento no necesitaba…
O igual, esa noche no, ni la siguiente, ni la siguiente…pero sin ser consciente de ello estoy pensando y requetepensando en que quizás “ya me he quedado sin él”. Así que tonta, más que tonta que he desaprovechado un ofertón de algo que podré necesitar el mes que viene…o tal vez no (pero ese “no”, de momento no tiene espacio en mi cabeza)…
Y un día, y otro día y otro…una estimulación y otra y otra…un niño que se pueda poner enfermo entre medias, o unos padres a quienes atender…durante días, meses, años….
Y no vale pensar, no vale detenerse, no vale mirar, ni escuchar ni sentir….porque hemos llegado al punto de que el tiempo, tiene más valor que la vida.
Pero la vida es sabia, y el cuerpo también…así que si no lo haces tú…te parará la vida utilizando tu cuerpo. Y cuando esto ocurra, no será agradable.
Claro, que te puede avisar de forma suave en un principio…una semana de baja, de “medio parón” y vuelta a lo mismo otra vez porque somos invencibles. A nosotros nunca nos pasará lo que aquel conocido o amigo… hasta que llegue el siguiente aviso
No podrás entender el por qué “a ti” “o en mi familia nadie lo tiene”… buscarás miles de caminos para no llegar a la verdadera pregunta.. porque sabes la respuesta y no quieres traerla a la realidad, hacerte consciente de no eres tú quien está llevando tu vida, sino la vida a ti.
No has querido atender ni prestar atención a esa falta de oxígeno, a las taquicardias, a los dolores en el pecho, a los ahogos, al insomnio, al mal humor, la tristeza o al llanto….. “No tenías tiempo para eso”…
Solo cuando quedas postrada en la cama, cuando tu vida se derrumba, es cuando finalmente ves, que todo a tu alrededor continúa sin ti…..Con la misma prisa de siempre, pero sin tí y que a fin de cuentas si era posible el poder tomarte ese tiempo que negabas tener….ahora ya lo tienes
María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga