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Hatha Yoga, o el yoga de la fuerza

 

HATHA YOGA, uno de los más conocidos en occidente y puede que infravalorado ya que se tiende a creer que solo actúa en el cuerpo físico quizás a que se le traduce como yoga del poder o de la fuerza. Ha, es la energía positiva o masculina, y Tha, es la negativa o femenina y sus practicantes aprenden a armonizar todas sus energías. Su creador fue el maestro Shiva Mahadeva o Mahdeva Nath a quien se considera el principal fundador del budismo mahayana y vajrayana tántrico. La tradición dice que el verdadero impulsor fue Goraksha.

El hatha yoga nos ayuda a meditar a través del cuerpo sirviéndonos de él, de su energía y funciones para desencadenar estados superiores de la Conciencia. Su práctica actúa como medicina natural y sus técnicas son terapéuticas y preventivas, pero eso sería utilizar una muy pequeñísima parte del hatha yoga. El hatha-yogui  valora extraordinariamente su cuerpo y lo utiliza con sabiduría, y emplea este yoga como medio para influir también en la mente e ir liberándola del torbellino de los pensamientos. La inmovilidad durante las asanas (posturas), el trabajo sobre la respiración, la contención del pensamiento… Ayudan a transcender la mente ordinaria y alcanzar una nueva percepción. Su práctica influye sobre el físico, pero también sobre el cuerpo energético, beneficiándose, regulando y armonizando los plexos y nervios pero también los chakras y nadis del cuerpo energético empeñándose en el desarrollo de la energía Kundalini.

Es un tipo de yoga completo en todos los aspectos. Hay numerosas investigaciones científicas que han probado hasta qué punto hay hatha-yoguis que son capaces enlentecer sus movimientos cardiacos y su pulso, o bien suspender la respiración durante unos minutos o modificar las ondas cerebrales entre otras cosas todo ello debido a las herramientas que el hatha yoga pone a su disposición como las técnicas de higiene, las posturas, el control respiratorio, los mudras, los bandas y las técnicas de relajación profunda.

Pero para ello, como para cualquier otra cosa, no vale la inmediatez. Todo lleva un proceso en el que hay que implicarse de forma consciente, sin poner un límite de tiempo y con una práctica asidua y regular.

En el próximo artículo hablaremos del karma yoga

María José Rodriguez Pujante. Profesora de yoga