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«Prana, prana y pranayama»..cuarto paso

¿qué es el Prana?

Según Patanjali en los yoga sutras «La regulación del aliento o el control del Prana es la detención de la inhalación y la espiración, que sigue después de asegurada la firmeza de la postura o asiento».

El practicante de yoga deberá emprender la práctica del Pranayama después de haber logrado firmeza en su Asana (postura).
Si se logra sentarse en una Asana sin interrupción durante tres horas, se lograría el dominio de la Asana. Si fuese posible mantenerla durante media hora, se podría emprender la práctica del Pranayama,
Para Swami Sivananda  Prana es la suma total de todas las energías contenidas en el Universo. Para los yoguis, el universo está compuesto de Akasa, el éter cósmico, y de Prana, la energía. Cuando Prana actúa sobre Akasa, nacen todas las formas de la materia. Cuando leemos o escribimos Prana con mayúsculas, estamos refiriéndonos a la energía cósmica en conjunto, y prana con minúscula indicará sus manifestaciones. Por lo que Prana es la energía universal indiferenciada, y prana la energía diferenciada y manifestada de cualquier forma.
El prana existe en los alimentos, el agua, la luz, pero no son las vitaminias, ni el calor, sino que aquellos sirven de vehículo al prana, del cual depende toda la vida animal y vegetal. El prana penetra todo el cuerpo, incluso allí donde el aire no llega. Es nuestro verdadero alimento, porque sin prana no es posible ninguna vida. El contenido de prana en la atmósfera está sujeto a variaciones muy importantes, estacionales y geográficas. El polvo, el humo, la niebla privan al aire de prana. El sol, los rayos cósmicos, las masa de agua en movimiento y en evaporación son los principales factores de ionización y cargan de prana el aire.
Los yoguis percibieron que la atmósfera vibra con una energía sutil y que ésta constituye la fuente principal de todas las energías en acción en el cuerpo humano. Para ellos y por orden de importancia, los principales puntos de absorción del prana son: las terminaciones nerviosas de las fosas nasales, los alvéolos pulmonares, la lengua y la piel.
Según Alain Daniélou, “la primera finalidad del método yoga es el control de las energías vitales o pranas. A este fin, debemos primeramente establecer el control de nuestra conciencia mental sobre todas nuestras reacciones vitales y emotivas….se da el nombre de Hatha-Yoga a las prácticas y disciplinas que permiten el control del cuerpo y de las energías. Aunque no sea sino uno de los medios del yoga, constituye la primera preparación en el camino de la reintegración, el punto de partida necesario para una realización ulterior.”
Uno de los descubrimientos más notables de los yoguis, que justificaría por sí solo la práctica y el estudio del yoga, es que el prana obedece al pensamiento. El pensamiento concentrado permite absorber una mayor cantidad de prana. Por lo que el pranayama, (de prana: energía vital y yama: prolongación) junto con las asanas (posturas) y la relajación, hacen del Hatha-yoga una técnica que nos permite llegar a mejorar nuestro estado mental, emocional y físico.
Existen numerosos libros en el mercado sobre las técnicas de respiración del yoga y sobre los ejercicios y técnicas del pranayama, pero siempre será aconsejable realizar los ejercicios más complejos bajo la supervisión de un profesor de yoga experimentado.
Aquí os dejo para comenzar un enlace con unos ejercicios muy sencillos sobre respiración que nos ayudarán a conocer algo más de esta disciplina del mundo del yoga, dirigidos por Chema Galiana, un gran compañero y profesor de yoga.

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

Hatha Yoga, o el yoga de la fuerza

 

HATHA YOGA, uno de los más conocidos en occidente y puede que infravalorado ya que se tiende a creer que solo actúa en el cuerpo físico quizás a que se le traduce como yoga del poder o de la fuerza. Ha, es la energía positiva o masculina, y Tha, es la negativa o femenina y sus practicantes aprenden a armonizar todas sus energías. Su creador fue el maestro Shiva Mahadeva o Mahdeva Nath a quien se considera el principal fundador del budismo mahayana y vajrayana tántrico. La tradición dice que el verdadero impulsor fue Goraksha.

El hatha yoga nos ayuda a meditar a través del cuerpo sirviéndonos de él, de su energía y funciones para desencadenar estados superiores de la Conciencia. Su práctica actúa como medicina natural y sus técnicas son terapéuticas y preventivas, pero eso sería utilizar una muy pequeñísima parte del hatha yoga. El hatha-yogui  valora extraordinariamente su cuerpo y lo utiliza con sabiduría, y emplea este yoga como medio para influir también en la mente e ir liberándola del torbellino de los pensamientos. La inmovilidad durante las asanas (posturas), el trabajo sobre la respiración, la contención del pensamiento… Ayudan a transcender la mente ordinaria y alcanzar una nueva percepción. Su práctica influye sobre el físico, pero también sobre el cuerpo energético, beneficiándose, regulando y armonizando los plexos y nervios pero también los chakras y nadis del cuerpo energético empeñándose en el desarrollo de la energía Kundalini.

Es un tipo de yoga completo en todos los aspectos. Hay numerosas investigaciones científicas que han probado hasta qué punto hay hatha-yoguis que son capaces enlentecer sus movimientos cardiacos y su pulso, o bien suspender la respiración durante unos minutos o modificar las ondas cerebrales entre otras cosas todo ello debido a las herramientas que el hatha yoga pone a su disposición como las técnicas de higiene, las posturas, el control respiratorio, los mudras, los bandas y las técnicas de relajación profunda.

Pero para ello, como para cualquier otra cosa, no vale la inmediatez. Todo lleva un proceso en el que hay que implicarse de forma consciente, sin poner un límite de tiempo y con una práctica asidua y regular.

En el próximo artículo hablaremos del karma yoga

María José Rodriguez Pujante. Profesora de yoga