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Yoga y respiración

 

 

 

 

 

Han pasado tres años desde mi última publicación en este blog.

Ha sido un tiempo en el que he seguido trabajando con el yoga, pero también con otras cosas que han necesitado mucho de mi tiempo.

Las clases han continuado, los alumnos nuevos han ido llegando con sus necesidades específicas, pero al igual que mis circunstancias han ido cambiado, la de los nuevos alumnos que han ido llegando también.

Ahora vienen con más conflictos, por llamarlo de alguna forma, que antes.  Uno ahora se acerca al yoga cuando la vida ya le ha dado un aviso importante…llámese ataque de ansiedad profundo, angina de pecho o incluso infarto. Y en muchos casos, incluso han tenido que pasar un tiempo ingresados en el hospital.

También han llegado aquellos con tanto dolor a nivel físico, que el miedo les ha bloqueado para permitir darse una oportunidad así mismos. En estos casos en concreto, hasta su mente estaba colapsada por el miedo.

En cualquiera de los casos y sea cual sea el motivo por el que uno se acerca al yoga, lo cierto es que lo que más me asombra a pesar de los años en esto, es que «no respiran». Es decir, sí que respiran evidentemente, pero a un nivel tan, tan superficial que se me hace difícil entender como pueden sobrevivir.

Y con eso es con lo primero que hay que trabajar cuando comenzamos a realizar yoga. Uno tiene que «reaprender a vivir» a nivel a respiratorio.

Pero si lo primero que hacemos como profesores con alguien que llega de nuevas y no sabe respirar adecuadamente, es sentarlo en la posición del loto y comenzar hacer respiraciones específicas de yoga, sea cual sea, va a terminar odiando al profesor, odiándose así mismos y odiando el yoga…porque se agobian.

La gran mayoría, por no decir todos, llegan a clase con respiración clavicular. Este tipo de respiración es la más superficial de todas, la que nos permite subsistir, la llamo. El resto del tronco está inerte. Ni se mueve.  En esta respiración hay un bloqueo del diafragma generalmente por causas emocionales, pero también cuando hay preocupación o cuando estamos intentando mantener nuestras ideas por encima de todo.

La respiración clavicular, tensa todo el cuerpo. No se mueven ni las fosas nasales. Entra tan poco oxígeno que nuestras células no reciben los nutrientes que necesitan.

Luego está la respiración costal.  Es la frecuentemente más utilizada, sobre todo cuando los músculos abdominales no tienen tono, están débiles. En este tipo de respiración y puesto que comprende la zona media del pecho, lo más lógico es que se movilizara la zona clavicular, pero hay casos en que la tensión en las mandíbulas y cuello es tan profunda, que se puede llegar a respirar con la zona media de los pulmones, sin casi llenar la zona alta. La tensión es muy, muy profunda. Pero es muy útil utilizarla cuando hay bloqueos físicos dorsales importantes.

Y por último la respiración abdominal. Para mí, la que es más importante poner a trabajar con los nuevos alumnos, porque sus beneficios son los que antes van a sentir si perseveran. Desde movilizar todos los órganos abdominales por el movimiento del diafragma, a oxigenar mejor la sangre, liberar ansiedad y «los nudos en el estómago» y es la más relajante.

Cada quién y según sus bloqueos o problemas, respira con una o como mucho con dos de ellas, pero si vamos integrando los tres tipos de respiración poco a poco en las posturas de yoga, llegaremos a la respiración completa.

La respiración completa, que se realiza en tres fases, aparte de una mayor oxigenación y relajación, nos irá dando autocontrol, porque aprendemos a dirigir todo el proceso de nuestra respiración. Primero de una forma consciente, y más tarde la integramos de tal forma que se hace durante toda nuestra vida. Nos dará más claridad y concentración en nuestro día a día.

Pero esto en clase se hace de forma en la que el alumno ni se da cuenta. Desde el primer momento se le enseña a que sienta qué zona de su cuerpo «respira» en la postura que se está realizando. Al principio ni la siente, cosa muy normal, porque esa zona ni se mueve.

Pero poco a poco, la va despertando. Ayuda a que sus músculos despierten, se suelten y liberen la articulación implicada…y de ahí que mejore el dolor articular.

Por eso es tan importante la respiración en yoga. Hay que hacerse consciente de ella. Sin respiración no hay yoga.

Pero vuelvo a insistir…Si agobiamos con ejercicios respiratorios a quién llega totalmente bloqueado, poca ayuda le podremos ofrecer, excepto a que abandones antes de obtener ningún beneficio.

Date un tiempo, permítete un mes para intentarlo…eso de «probar» una clase para ver como es, es una de tantas resistencias que te pones para permanecer en ese miedo y bloqueo con el que te has acostumbrado a convivir, y con el que se sigue alimentando la ansiedad y el dolor.

¿Y tú? ¿Qué tipo de respiración crees que utilizas más?

Prometo no tardar de nuevo tres años en volver.

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

 

 

Retomemos el yoga…posturas de torsión y sus beneficios.

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Hoy vuelvo a rescatar este artículo, y lo hago por la cantidad de alumnos que se han acercado a las clases con problemas de escoliosis en diferentes grados. No hablaré aquí sobre qué es la escoliosis, hay muchos enlaces que nos ayudarán a tener un mejor conocimiento sobre esta patología de la espalda y que puede afectar de poco a mucho, dependerá de los grados de curvatura, a quienes la padecen.

La pregunta es ¿en qué grado me puede ayudar el yoga y cuáles serían las posturas más adecuadas para mí?. A riesgo de que me puedan acusar «de vender» mi trabajo, si tuviera un hijo con esta patología, estaría haciendo yoga, y de ahí me preocuparía de quién es la persona que imparte las clases y su conocimiento sobre el tema. He llegado a ver fotografías en las que se muestran a los alumnos en las posturas de torsión realizándolas de tal forma, que como profesora me ha dado vergüenza ver, ya que lo que estaban realizando y nada, es lo mismo,

Las posturas que más nos van ayudar serán todas aquellas de torsión, y aunque son las más importantes, todas nos van ayudar a la hora de trabajar los tejidos: músculos, tendones, ligamentos, articulaciones….y algo muy importante: Las fascias, ese tejido fino y transparente que envuelve todos nuestros órganos, músculos y articulaciones para evitar que rocen entre sí. Incidir en la respiración y poner conciencia en ella, es fundamental, ya que en algunas escoliosis, más graves, se puede ver implicada la capacidad respiratoria y afectar gravemente a la persona,; tendremos que»aprender a «dirigir» nuestra respiración hacia la zona afectada para ayudar a soltar musculatura, y eso no es fácil de conseguir sin la adecuada práctica y atención. La correcta higiene postural, ser consciente de como nos mantenemos erguidos, como nos movemos y como permanecemos sentados.

Ponerse en manos de un profesional cualificado, tanto en el campo de la medicina, fisioterapia y profes@r de yoga, no es algo que se deba pasar por alto e intentar evitar en lo posible que se tenga que llegar a utilizar el corsé, así como a la operación.

Y a partir de aquí, os dejo el artículo tal y como se publicó en su momento….

Las posturas de torsión tanto si se realizan de pie, sentados o tumbados siempre serán beneficiosas para aliviar problemas de espalda o bien para detener y mejorar los procesos patológicos vinculados a ella. Las que aquí se explican son de las más sencillas en su ejecución, existiendo dentro de ellas diferentes grados de dificultad que se podrán ir realizando bajo la supervisión de la profesora/or si lo considera oportuno, y cuando el alumno vaya mejorando en la realización de las asanas más sencillas.

trikonasana

trikonasana

Trikonasana: esta postura desarrolla el tórax, mejorando la respiración; tonifica los músculos de las piernas y de la espalda; la elasticidad a los costados y tobillos; corrige pequeñas deformaciones de las piernas.

ardhamastyendrasana

ardhamastyendrasana

Ardhamastyendrasana: Es una de las mejores posturas que existen para curar los trastornos de las vísceras abdominales.

ardhamatsyendrasana

ardhamatsyendrasana

Tonifica extraordinariamente todos los nervios espinales y los de la cadena simática, proveyéndolos de abundante riego sanbgúineo. Mejora la respiración normal, aumentando el volumen de la caja torácica; da elasticidad a la columna vertebral tonificando todos los músuclos de la espalda; endereza los hombros curvados y mejora la digestión. Fortalece el espíritu aumentando vigorosamente la energía y el dominio de sí mismo

marichyasana

marichyasana

marichyasana

marichyasana

Marichyasana: Existen varias variantes de esta postura, aquívemos una  sencilla en la que hay torsión de la columna  y otra más avanzada con flexión hacia las piernas. Esta postura tonifica toda la columna vertebral, fortaleciendo la musculatura lumbar; corrige las posiciones erróneas de los hombros; aumenta el volumen de la caja torácica, mejorando la respiración. Su práctica constante elimina el dolor de espalda. Estimula los órganos abdominales como hígado y riñones mejorando la

digestión.

parivrtta Janu Sirsasana

parivrtta Janu Sirsasana

Parivrtta Janu Sirsasana: estimula la circulación sanguínea en la columna y alivia los dolores de espalda. Estimula los órganos abdominales estirándolos a ambos lados. Tonifica el hígado y el bazo mejorando la digestión, tonifica y activa los riñones, beneficia la próstata. En la imagen una de sus variantes más avanzadas.

Parivartanasana

Parivartanasana

Parivartansasana, es una postura muy fácil de realizar. Su práctica tonifica el hígado, bazo y páncreas; fortalece el intestino, curando la gastritis; elimina los dolores de espalda. Da elasticidad a los costados, reduciendo en ellos la grasa.
No está de mal recordar que el yoga no es un deporte. No se entra a la postura de la misma forma que lo hacemos a un banco de pesas. La respiración, la atención y concentración tanto al inicio, en la duración y al deshacer la postura son fundamentales para su correcta ejecución y poder obtener del yoga los beneficios que avalan miles de años de práctica. Las premisas deben de ser: suave, sostenido y consciente.
En todas las posturas de torsión hay que informar a la profesora/or de hernias discales o escoliosis superiores a 20 grados.

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga