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Aceite esencial de Lavanda

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Lavanda (o espliego) es originaria de la zona mediterránea y proviene del latín lavare, lavar. Es una planta que “lavaba” y una favorita de los antiguos romanos en termas, balnearios, hogares, etc. es el aceite más versátil de las esencias terapéuticas. Tiene un aroma dulce y floral herbáceo con una nota baja balsámica amaderada. Combina bien con los aceites cítricos y florales.
Las propiedades de su aceite son innumerables pero por citar algunas diremos que es analgésico, antidepresivo, antiséptico, antiespasmódico, cicatrizante, hipotensor, sedante, vermífugo, etc.
Su esencia es muy empleada en perfumería, su aceite es incoloro y tiene un sabor amargo pero suave. Mezcla bien con gran número de esencias y está considerada como la esencia más útil y versátil para fines terapéuticos.
El doctor Valnet utilizó lavanda para tratar quemaduras graves y heridas de guerra mientras era cirujano del ejército francés. Es antiséptica, analgésica y cicatrizante y Valnet recomendó su empleo en heridas gangrenosas y fístulas anales; es ideal para tratar las quemaduras y todo tipo de lesiones. Promueve una rápida regeneración de la piel y ayuda a prevenir cicatrices y aunque no es realmente un antiinflamatorio su empleo es interesante además en dermatitis, eczemas, psoriasis, forúnculos y contra determinados parásitos de la piel (piojos, sarna). Ha resultado eficaz en algunos casos de alopecia circunscrita asociada a problemas nerviosos.
Actúa eficazmente en el dolor muscular, cualquiera que sea su causa. Se puede emplear en forma de aceite de masaje solo o mezclado con otros aceites antiinflamatorios y analgésicos, (su aceite estimula las propiedades de los otros aceites). Puede emplearse para aliviar los dolores del reúma, ciática, artritis, etc., por la acción múltiple de este aceite que reduce el dolor localmente, aminora la reacción del sistema nervioso central ante el dolor, reduce la inflamación y tonifica el sistema en general.como hacer aceite esencial de lavanda cab
Su aceite es también antibiótico y antiespasmódico, lo que es ideal para los refriados, asma, bronquitis, tos, catarro, sinusitis, así como la gripe, siendo la inhalación de vapores la forma más efectiva de tratamiento en estos casos. Su aceite mezclado con el agua hirviendo es un antiviral efectivo, descongestiona y ataca las bacterias que causan los catarros y sinusitis. El vapor de aceite de espliego destruye los neumococos y el estreptococo hemolítico.
Produce hipotensión arterial. Es muy útil para los niños pequeños, especialmente en el tratamiento del cólico, excitación nerviosa, irritabilidad y debilidad general. Es un remedio muy eficaz para las picaduras de todo tipo de insectos, basta con frotar con aceite en el mismo sitio de la picadura.
Actúa como carminativo en problemas estomacales asociados con problemas nerviosos o emocionales, aumentando la secreción gástrica y la motilidad intestinal. Sus propiedades antisépticas son buenas para combatir la halitosis.
Es un remedio excelente para la insolación, pero nunca se debe utilizar como filtro solar, de hecho ningún aceite debe utilizarse para ello.
En el plano psicológico y dada su naturaleza equilibradora, es de gran ayuda a quienes se encuentran en un estado emocional desequilibrado. El masaje a ambos lados de la columna con este aceite puede ayudar en tales situaciones. Un baño de espliego es refrescante y relajante. Calienta el corazón, estabiliza las emociones y es óptimo para aliviar la fatiga física y nerviosa ayudando a conciliar el sueño. El insomnio es uno de los estados para los que la lavanda es la elección principal entre los aceites esenciales, tanto si se debe por causas físicas o al estrés mental, ansiedad, etc. y aunque el baño antes de ir a la cama sea la mejor elección unas gotas en un pañuelo o sobre la almohada pueden ayudar a dormir.flores-de-lavanda
Es un aceite muy útil en muchas facetas y potenciará su acción como se dijo, mezclado con otros aceites más específicos para el problema que deseemos tratar. No olvidemos que estamos hablando de aceites esenciales, algunos de ellos tóxicos y que hay que ser muy prudentes a la hora de su utilización; unas pocas gotas en el agua, en el aceite portador o en la crema deben bastar, aunque lo mejor antes de utilizarlo es preguntar a un profesional del ramo.

Empleo seguro de los aceites esenciales:
-La automedicación es imprudente ya que ciertos aceites esenciales tienen contraindicaciones para las embarazadas, personas alérgicas o con problemas crónicos, como hipertensión o epilepsia y en el caso particular de bebes, niños y ancianos se utilizan en menor proporción y no todos son recomendados. El uso interno de los aceites esenciales debe ser controlado por facultativo médico especializado en aromaterapia.
-Mantenerlos fuera del alcance de los niños y no utilizarlos con bebés de menos de seis semanas de vida.
-Siempre que sea posible hay que comprarlos orgánicos y 100% puros; deben embotellarse en cristal oscuro y guardarse en un lugar seguro.

 

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

Algo sobre aromaterapia

Nuestra función olfativa está conectada directamente al cerebro. El interior de nuestras fosas nasales están cubiertas por una mucosa que contiene unas células que son estimulada por la presencia de partículas químicas en todo aquello que inhalamos. De los receptores olfativos situados en la mucosa de la pared superior de las fosas nasales parten unas ramificaciones que llegan directamente al bulbo olfatorio del cerebro.
Los centros receptores de la vida vegetativa se localizan en el hipotálamo y éste controla el sistema hormonal a través de la glándula pituitaria, de ahí que un aroma nos pueda despertar sensaciones de confort, relajación, sensualidad, pánico o ira. El sistema vegetativo está relacionado con la memoria por lo que no es de extrañar que al inhalar determinados aromas se nos despierten recuerdos del pasado que pudiéramos tener olvidados. Un determinado olor puede parecernos agradable o desagradable en función del recuerdo que despierte en nosotros.
El uso de la aromaterapia es antiquísimo, no hay civilización que no haya empleado diversas partes de las plantas con fines religiosos, medicinales o cosméticos. El uso más primitivo quizás fuera el humo provocado al quemar determinadas plantas para alejar a los espíritus. El chamán era quién poseía el conocimiento sobre las propiedades curativas de las plantas y en qué forma se las podía emplear. Existen numerosos yacimientos prehistóricos donde se han encontrado restos de plantas alucinógenas.
Además de ser inhaladas, los aceites esenciales de las plantas se emplearon en el uso de masajes. En Egipto el uso de los aceite para el cuerpo era algo cotidiano. Hay papiros que datan del 2551-2528 a.c. que describen el uso medicinal y cosmético de algunas plantas. En la tumba de Tuntankamón se encontró un frasco con incienso solidificado y de todos es conocido que entre otros ingredientes, el extracto de madera de cedro era empleado en la momificación.
El comercio y uso de los aceites se fue expandiendo a través de las rutas marítimas y de las caravanas por todo Oriente. Hay tablillas babilónicas del 1.800 a.c. que así lo atestiguan.
Los griegos asimilaron estos conocimientos y los fueron ampliando, expandiéndose con el tiempo a la antigua Roma, quienes utilizaron los aceites para sus cuerpos, ropajes, camas y casas.
Fue Avicena en el siglo X quien descubrió el método por destilación, siendo el extracto de rosas el primero en destilarse. Su perfume se hizo muy popular y llegó a Europa en la época de las cruzadas. En el siglo XIII se fue difundiendo el empleo de los métodos de destilación y la esencia de romero fue una de las primeras que se consiguió aislar, siguiéndole la de lavanda. En el siglo XVI ya se obtenían más de setenta esencias destinadas al empleo en perfumería y curación.
Fue un químico francés, R.M. Gattefossé quién empleó por primera vez el término aromaterapia. Su interés por el tema nació a raíz de sumergir su mano en aceite esencial de lavanda, tras sufrir graves quemaduras en una explosión en su laboratorio. Quedó sorprendido por la rapidez de curación de sus heridas y que no se infectaran ni dejaran cicatrices. En 1928 publicó un libro sobre el empleo de los aceites esenciales en dermatología.
En el año 1939, uno de sus colegas, M.Godissart fundó una clínica de aromaterapia en los Ángeles, en la que se han logrado curaciones de muchas enfermedades dérmicas de diversa gravedad. El doctor Jean Valnet conocía la obra de Gattefossé y pudo comprobar las cualidades de los aceites al tratar a varios enfermos durante la segunda guerra mundial. En 1964, Valnet publicó un libro titulado “Aromaterapia”, del que posteriormente en el año 1982 apareció una edición inglesa con el título de “La práctica de la aromaterapia”. Se cree que esta obra fue la responsable de que se considere a la aromaterapia como una técnica complementaria y eficaz tanto en prevención como en curación de determinadas dolencias.
Iremos comentando las cualidades de los principales aceites esenciales y su uso en próximos artículos.

 

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

 

«Diátesis o terrenos»

 

Después de publicar el artículo sobre la rinitis alérgica, algunos me han preguntado qué quiero decir con eso “del terreno en que se presenta la enfermedad”. Haciendo un poco de historia fue Hipócrates quien hizo la primera selección según la cual los humanos teníamos dentro del cuerpo ciertos líquidos a los que llamó “humores”: bilis, bilis negra, la flema y la sangre y cuyo equilibrio determinaba el temperamento del hombre. Según su clasificación existen 4 tipos de temperamentos dependiendo de la predominancia de uno de los cuatro humores: pudiendo ser sanguíneo, melancólico, flemático o colérico según predominara un líquido u otro.
A esto se suma los descubrimientos del fisiólogo ruso Iván Pávlov quien enunció que las características del temperamento están dadas por el sistema nervioso que a su vez tiene tres características: fuerza, equilibrio y velocidad de correlación; de ahí que la combinación de estas características dan origen a los tipos de sistema nervioso que caracterizan a cada temperamento: sistema nervioso rápido y equilibrado (sanguíneo), sistema nervioso lento y equilibrado (flemático), sistema nervioso débil (melancólico) y sistema nervioso fuerte, rápido y desequilibrado (colérico).
Las nociones de terreno es uno de los elementos fundamentales de la concepción en medicina natural y va a condicionar nuestra salud y enfermedad. Cada uno de nosotros viene con una genética determinada que podremos mejorar o empeorar con nuestros hábitos de vida y lucharemos con nuestros propios medios ante las agresiones externas de toda naturaleza (microbianas, químicas, psicológicas…). Si nuestras reacciones de defensa se encuentran sobrepasadas o inadaptadas el equilibrio interno se rompe, aparecerá un estado patológico cuyas manifestaciones dependerán del individuo o más exactamente de su terreno (no todos reaccionamos igual a los conflictos, podemos inhibirnos o alterarnos) por lo que ante una agresión cada uno reacciona siguiendo su terreno individual.
En una enfermedad aguda las reacciones dependen más del cuadro clínico de la enfermedad que del terreno del enfermo, pero en una patología crónica la manifestación reaccional del enfermo domina el cuadro clínico. Las enfermedades crónicas no afectan más que a los sujetos dispuestos. Son enfermedades del terreno (diátesis).
En Homeopatía por ejemplo se aborda el tratamiento de los enfermos crónicos con esta consigna: además de curar la enfermedad actual, hemos de sanar al enfermo en tanto que persona, con todo su potencial mórbido, y ello necesariamente obliga a una modificación progresiva del terreno. Con el tratamiento homeopático se persigue disminuir
el nivel de susceptibilidad mórbida del sujeto enfermo, para así evitar las recaídas de su patología y prevenir enfermedades que en un futuro podría padecer. En este sentido, el remedio homeopático se muestra muy útil en la terapéutica del terreno individual. Para los médicos homeópatas existen tres modos de reaccionar ante la enfermedad (terrenos o diátesis): el Psórico, el Tuberculínico y el Sicótico y dependiendo del terreno tratarán al paciente.
La oligoterapia distingue 4 diátesis principales o constitucionales que representan una predisposición a una serie de síntomas y trastornos así como a un comportamiento físico, psíquico e intelectual (en esto coinciden con los homeópatas), pero se suma una quinta diátesis, llamada de desadaptación con trastornos neuroendocrinos, que representa una desviación pasajera o no de otras diátesis. Lo normal es que cada persona sea una mezcla de varias pero con predominio de una de ellas y el tratamiento debe comenzar por esta diátesis que será la más evidente.
La diátesis uno o Artrítica o alérgica o hiperreactiva.
La diátesis dos o artroinfecciosa o hiporreactiva.
La diátesis tres o neuroartrítica o distónica.
La diátesis cuatro o anérgica y la quinta que como dijimos es de desadaptación.
Será el profesional el que mejor pueda determinar a qué terreno constitucional pertenecemos cada uno de nosotros por la forma que tengamos de vivir o sentir nuestra enfermedad y desde ahí poder tratar todos los aspectos de nuestro ser.

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

Rinitis alérgica

Hay muchos tipos de alergias, respiratorias, alimenticias, dérmicas, de contacto…pero es en otoño y primavera cuando las respiratorias se suelen agravar.
Todas las enfermedades tienen un componente somático, quieren decirnos algo y siempre nos va ayudar el preguntarnos qué es lo que nos está ocurriendo para que esa enfermedad se traslade al plano físico y esa es la parte más difícil. Aceptar algo de nosotros que está escondido, que ha ido dando señales y que al pasar de dichas señales ha decidido trasladarse allí donde la veamos y nos sea más molesta. Para no extendernos mucho digamos que la alergia es una hipersensibilidad del organismo ante ciertas sustancias frente a las que el cuerpo humano reacciona de forma exagerada. Se perciben como peligrosas unas sustancias que en un principio no lo son, produciendo una exagerada reacción de defensa.
Todos tenemos un órgano diana en el que se van a expresar nuestras enfermedades bien por genética u otros factores, pero en el plano somático las personas que la padecen son hipersensibles, perciben el exterior o algo del mundo externo como hostil. La respiración en concreto tiene que ver con la relación, el contacto con los otros o lo de afuera y es una relación que no podemos evitar, ya que no podemos vivir sin respirar. Es un intercambio entre nuestro interior (nuestro ego) y lo externo (el ego de los demás) y que por mucho que queramos o deseemos aislarnos o huir de ello la respiración nos obliga a lo contario, nos une irremediablemente con todo, tanto a lo que aceptamos como válido como aquello que rechazamos, de ahí que una persona con algún tipo de alergia vaya levantando defensas y alargando la lista de sus enemigos, llámesele polen, polvo, gramíneas, contaminación….Ante esto y si queremos que la mejoría de nuestra salud sea completa siempre nos puede ayudar acudir a un buen terapeuta que nos ayude a identificar el aspecto psicológico de nuestra enfermedad.
Los síntomas que más molestan en las alergias estacionales son las rinitis con todo su cuadro sintomatológico. Existen varios tipos de rinitis, pero aquí nos vamos a centrar en las alérgicas que se identifican como fiebre del heno o rinitis alérgica perenne. Estas constan de estornudos, rinorrea y conjuntivitis, la gran mayoría de las veces acompañada de congestión nasal y picor.
La rinitis provocada por fiebre del heno es la forma aguda de la rinitis alérgica y los síntomas son los descritos anteriormente. Habría que hacer un estudio del paciente para determinar en qué tipo de terreno se presenta la enfermedad y prescribir las plantas y otros elementos que le ayuden, pero si queremos ayudarnos a nosotros mismos podríamos comenzar con una dieta depurativa exenta de lácteos e hidratos de carbono.  Acompañaríamos esta dieta con decocciones de plantas drenadoras hepáticas y antialérgicas que ayuden a las vías respiratorias como pueden ser Boldo, Fumaria, Eufrasia, Llantén y Lavanda.
A las decocciones podremos añadir algún jarabe o extracto de los que se encuentran en los mercados que contengan Drosera, Tusílago y Helicriso, así como tomar algún oligoelemento que contenga azufre que ayuda a la energía del Hígado.
En homeopatía existen elementos que nos pueden ser de gran ayuda. Si estornudamos constantemente con rinorrea acuosa, abundante que nos quema e irrita la nariz y el labio superior junto con lagrimeo poco irritante y mejoramos con aire fresco el Allium Cepa a la 15 CH, 5 gránulos de 2 a 4 veces al día nos mejorará. Si por el contrario la rinorrea es poco irritante pero sí lo es el lagrimeo será la Euphrasia 5CH, 5 gránulos varias veces al día, la que nos ayudará.
Si se nos presenta un cuadro de estornudos con lagrimeo y rinorrea, picor en la bóveda del paladar e hipersensibilidad a los olores y nos agravamos con el aire fresco el elemento a tomar es la Sabadilla 5CH, 5 gránulos varias veces al día.
El Poumon Histamine es un bioterápico que se asocia sistemáticamente al tratamiento homeopático de numerosas formas alérgicas. 15CH, 5 gránulos cada 2 horas espaciando según la mejoría.
Tomemos todo esto como consejos, siempre será mejor acercarnos a un profesional naturópata u homeopático que nos pueda evaluar y aconsejarnos lo mejor a tomar para nuestra constitución y tipo de alergia, no olvidemos que las enfermedades en estos campos de la salud se estudian de formas diferente a la medicina convencional y que para ellos nuestro carácter y forma de afrontar la vida va a ser tan importante o más como nuestros síntomas.

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

Deccociones, jarabes y tinturas

La decocción es un método que implica una extracción más enérgica de los principios activos de la planta que la infusión o la tisana y aunque hay quien solo la emplea para raíces, cortezas, ramas y algunas bayas, yo también la he empleado para las hojas y flores dando muy buen resultado.

Hay naturópatas que realizan una decocción simple calentando la hierba en agua fría y dejándola hervir unos minutos a fuego lento (puede incluso llegar a una hora de cocción), yo empleo un método algo más complicado.

Emplear 50gr de la planta por un litro de agua mineral. (Si deseo emplear dos plantas serán 25gr. De cada una). Se deposita en un recipiente que tenga tapadera y se  añade 50ml. de agua procurando humedecer toda la planta. Se tapa y deja reposar 5 minutos, para añadir acto seguido 450ml de agua fría, mezclar bien y lo dejar macerar unos 10 minutos agitando frecuentemente. A continuación se añade el resto del agua y se calienta a fuego lento unos 15 minutos si son hojas o flores; o bien 30 minutos si son cortezas, raíces o semillas. Dejar reposar media hora y después se cuela. Ya está listo para ingerir en tres tomas diarias en vasos pequeños, quizás puede que se tenga líquido para día y medio o dos días, pero no importa porque se puede mantener en el frigorífico bien tapado no más de cuarenta y ocho horas.

Jarabes

Las decocciones a veces son utilizadas como vehículo en otras formas de empleo, por ejemplo en jarabes, ya que de esta forma podemos conservarlas durante más tiempo y se realiza añadiendo miel o azúcar moreno. La miel es muy suavizante y el jarabe que resulta es ideal para la tos si hemos preparado la decocción para ello y  suele ser más fácil de tomar para aquellos que son reacios al fuerte sabor de las deccociones.

Para preparar un jarabe se calientan 500ml de la decocción en un cazo y se añaden 500gr. De miel o de azúcar moreno, removiendo sin cesar hasta que se disuelvan. Una vez fría la mezcla, se echa en una botella de vidrio oscuro, que debe sellarse con un tapón de corcho.

Las tinturas son un preparado totalmente distinto, ya que aquí no es solo el agua la que se emplea como vehículo para extraer los principios activos de la planta, también se emplea  el alcohol, no empleando nunca alcohol industrial, desnaturalizado o metílico ya que son tóxicos.

Se utiliza 200g. de planta seca o 600gr. si es fresca por litro de una mezcla de agua y alcohol. El más adecuado es el vodka., por lo que en una botella de 75cl. De dicho alcohol utilizaremos una mezcla de 37,5cl. De agua y la misma cantidad de vodka. Se introduce la planta en un recipiente grande y se cubre con la mezcla de líquido. Se tapa el tarro bien sellado y se almacena en un lugar fresco durante dos semanas agitándolo ocasionalmente. Pasado ese tiempo hay que filtrar o prensar muy bien líquido y planta (se puede emplear un colador chino o una prensa pequeña casera para vino). El líquido resultante se vierte en botellas limpias de cristal oscuro, empleando un embudo si es necesario. La dosificación es de unos 5ml. tres veces al día diluidas en un poco de zumo o agua.

En caso de niños, embarazadas, inflamaciones gástricas o ex­­-alcohólicos se añade una pequeña cantidad de agua hirviendo a la dosis de tintura (5ml.) en una taza y se deja enfriar, de esta forma se consigue la evaporación de casi todo el alcohol.

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

¿Infusiones o tisanas?

Porque aunque pensemos que son lo mismo, no es así. En primer lugar todo va a depender del problema que deseemos tratar y sobre todo del tiempo que decidamos emplear en mejorar nuestra salud, porque seamos sinceros, cuando entramos en el mundo de lo natural, es uno mismo el que se hace responsable de su salud y no el médico quién ocupa ese lugar. Hemos llegado a un punto en el que si por poner algún ejemplo fácil, tenemos el colesterol, triglicéridos, azúcar o tensión con niveles peligrosos para nuestra salud acudimos al médico, nos recetará  una o dos pastillas y a seguir con nuestro ritmo habitual de vida y alimentación. Aquí lo importante es que sea otro, en este caso el doctor junto con la medicación el que solucione mis problemas y que esto ocurra sin alterar poco o nada mi vida.

Pero aquí esta actitud no sirve. Es el propio paciente el que se pone manos a la obra para solucionar su “mal-estar”, y lo primero por donde se debe comenzar es por un cambio en nuestra dieta. Si no tomamos conciencia de que ese es el primer paso a realizar de poco nos ayudará nada que tomemos. Lo segundo es tabaco y alcohol fuera. Se me podrá decir que una o dos copas de vino al día no dañan. Puede ser, pero quizás para mi organismo es más nocivo una copa de alcohol que para otro individuo un litro, puede ser que mi cuerpo no metabolice bien el alcohol, y no digo que se haya de renunciar totalmente a ello, pero vamos a intentarlo una temporada hasta que ese “mal-estar” desaparezca. Luego ejercicio, y aquí no todos los deportes o actividades sirven. Lo ideal sería realizar algo que mantuviera nuestro cuerpo alargado, estirado, tonificado y relajado, cada uno deberá buscar el que más le convenga.

Una vez que hemos decidido introducir esos cambios podemos tomar algún elemento natural y comenzamos por lo más fácil de preparar: la infusión. El error aquí es que por cuestiones de tiempo se suele comprar  esas bolsitas que con introducirlas en agua caliente ya está la infusión hecha. Pues eso y nada es lo mismo excepto que el agua tiene algo de color.

Lo importante para que una infusión pueda hacer su efecto es que nosotros compremos la planta que necesitemos tomar. Que “veamos” realmente lo que preparamos. La proporción puede ser de unos 5g. de planta por 100ml. de agua, (el doble si se quiere para más tiempo). Llevamos el agua a punto de ebullición, entonces se vierte la planta, tapamos el recipiente y apagamos el fuego dejando macerar unos 5 ó 10 minutos. Colamos y a tomar endulzando siempre con miel o azúcar moreno.

La tisana es diferente, aquí se emplea la mezcla de varias plantas con el fin de potenciar su acción y si deseamos que su efecto sea mayor la dejaremos reposar más tiempo que la infusión. Las medidas que se dan son distintas, va a depender del profesional y generalmente lo harán por peso, pero yo prefiero hacerla por volumen, mi experiencia no me ha ido mal con ese método. Compro varias plantas para el problema a tratar y lleno un recipiente (puede ser un vaso vacío) con una de las plantas. Una vez lleno lo vacío en una bolsa o en otro recipiente más grande. Realizo la misma operación con la siguiente planta vaciando el vaso una vez lleno en el mismo recipiente que la primera planta y luego con la siguiente, (nunca empleo más de cuatro plantas distintas). Una vez tenemos la mezcla por volumen preparada la agitamos y mezclamos con nuestras propias manos, y esto es muy importante ya que impregnamos a las plantas con nuestra energía…y ya está, listo para preparar.

Se lleva a ebullición un litro de agua y antes de romper a hervir se añaden unas ocho cucharadas soperas colmadas de la mezcla de plantas. Tapamos el recipiente y se apaga el fuego. Yo dejo reposar unas cuatro o cinco horas. Las cuelo, las guardo al frío y las voy tomando según la necesidad (dos o tres tazas al día).

Se dice que hojas y flores no se deben mezclar en el mismo agua con frutos y raíces ya que necesitan temperaturas distintas para no destruir sus efectos, pero al realizarlo tal y como he indicado, da igual mezclarlas pues no llevamos a punto de ebullición unas y dejamos macerar las otras el tiempo suficiente para extraer los principios activos necesarios. Lo importante a recordar es siempre tapar el recipiente una vez hayamos vertido la planta para que los aceites esenciales no se volatilicen.

Un efecto más potente nos lo dará la decocción, pero ya hablaremos de eso…..

María José Rodríguez Pujante. Profesora de yoga

¿Cómo curan las plantas?

Desde el punto de vista científico la enfermedad tiene una causa molecular, por ejemplo, una molécula de colesterol ocasiona dolencias cardíacas y de manera parecida una sustancia química produce un efecto penetrando en la célula mediante un receptor que adopta la forma de la sustancia química como si fuese una llave y una cerradura; para los partidarios de las plantas éstas actúan en un nivel fisiológico más elevado.

Las plantas medicinales suelen tener varios componentes que actúan a la par, produciendo un efecto combinado que supera sus respectivas actividades individuales. Sus principios activos suelen ser muy variados, ya que existen diferencias de una región a otra y dentro de una misma región de un terreno a otro. Estos principios activos son los responsables de que una planta cure u otra mate, de que una sea purgante y otra astringente.

Los vegetales empleados en medicina natural son utilizados frescos o desecados. Algunas obran por simple contacto con las superficies cutáneas o mucosas, y otros la gran mayoría, obran después de haber penetrado en el organismo.

En el siglo XVIII comenzó la identificación de los ingredientes activos individuales para utilizarlos como drogas aisladas y hoy se conocen varios miles de ellas. Estos productos químicos muestran propiedades muy diferentes a la de las hierbas de las que fueron extraídos. El uso de una planta, aunque sea un remedio natural debe de ser empleado con conocimiento, ya que no todas pueden estar indicadas, la raíz de regaliz que es utilizad para las úlceras gástricas puede causar problemas de corazón si se consume en grandes cantidades, así como el romero no está indicado para hipertensos. Prestando la adecuada atención los riesgos de su uso son muy bajos y los productos naturales comercializados en Europa son seguros, aunque algunos que se venden por la red provocan gran preocupación.

Veamos algunos de los principales principios activos de las plantas:

Amargos: suelen emplearse como estimulantes del apetito y de las funciones digestivas, aumentan la secreción salivar, la cantidad de jugo gástrico y su contenido en ácido clorhídrico. Un amargo puro nunca se utilizará en una úlcera gástrica, en este caso se emplearía un mucilagínoso. Un amargo aromático se emplearía en una dispepsia nerviosa ya que los aceites aromáticos influyen sobre el sistema nervioso central.

Vasodilatadores coronarios o Cardiovasculares: favorecen o relajan la función del corazón. El espino blanco mejora la irrigación de las arterias coronarias por lo que es útil para personas que son propensas o han sufrido una angina de pecho. Mejora la actividad y nutrición de las fibras musculares del corazón y ayuda a bajar la tensión y mejora las alteraciones del ritmo cardíaco. El muérdago está indicado en arterioesclerosis, cardiopatías arteriales etc..Los venotónicos son fortalecedores internos de los vasos sanguíneos por lo que se utiliza en venas inflamadas o dilatadas de las piernas asociadas con un retorno venoso insuficiente y también dentro de esta categoría están  los vasodilatadores periféricos: indicados en los tratamientos de alteraciones como vértigo, zumbido de oídos, calambres nocturnos, enfriamiento de las piernas, etc..

Colagogos o coleréticos: son los que estimulan la expulsión de la bilis actuando así mismo como hepatoprotectores.

Diuréticos: aumentan las secreciones urinarias ayudando a la eliminación de edemas.

Pectorales: ayudan a expulsar las mucosidades del pulmón, protegen su mucosa. Los antitusígenos pueden entrar dentro de esta categoría y actúan sobre el sistema nervioso central o periférico para suprimir el reflejo de la tos.

Antiespasmódicas: Se utilizan para relajar el sistema musculo esquelético y reducir el dolor producido por torceduras, contracturas, lesiones….

Antiinflamatorios: previenen o disminuyen la inflamación de los tejidos.

Y la lista sigue con reguladores, estimulantes o relajantes del SNC, anticoagulantes, anticelulíticos, antipiréticos, bactericidas, antisépticos….pero basten los anteriores para conocer que la mejor despensa para nuestra salud se encuentra en la naturaleza.

Siempre que deseemos mejorar nuestra salud con algún producto natural, debe ser un profesional el que nos ayude a escoger aquel que mejor nos pueda ayudar, sin olvidar que algunos de estos elementos naturales pueden interactuar negativamente con algún medicamento que podamos estar tomando por lo que siempre es aconsejable avisar de ello al profesional o a nuestro médico.

María José Rodriguez Pujante. Profesora de yoga

El hombre y las plantas

 

La O.M.S.  Dictaminó en 1978 “ que una planta medicinal es cualquier planta que en uno o más de sus órganos contiene sustancias que pueden ser usadas con finalidad terapéutica o que son precursores para la síntesis químico-farmacéutica.”

Los principios activos de una planta son aquellas sustancias que tienen capacidad para prevenir, aliviar o curar enfermedades. Estas sustancias pueden ser sintetizadas mediante procesos químicos por los laboratorios farmacéuticos con mayor potencia terapéutica y más específica.

Hay quien opina que los principios activos de una planta solo cumplen una función defensiva de la propia planta para defenderse de determinados agresores. Personalmente no opino así.

La naturaleza planta para nosotros exactamente lo que necesitamos y lo ha puesto ahí con una finalidad concreta. Ella no crea monocultivos ni elimina especies vegetales porque son nocivas para los cultivos, sino que crea una armonía entre las diferentes especies que se complementan unas a otras, evitando de esa forma las plagas y manteniendo el equilibrio en la composición del terreno. Las plantas, al igual que los seres humanos tienen sentimientos y entre ellas crean amistades y enemistades. Un ejemplo de muchos es el de la vid que no crece bien junto al laurel o el olivo y el roble que si se plantan juntos sus ramas crecerán dobladas en direcciones opuestas. Si estuviésemos más atentos a la naturaleza observaríamos plantas que se buscan y otras que se evitan.

Quienes realmente conocen, sienten y vibran con el mundo vegetal saben que en un entorno de cien kms. Del lugar donde viven, crecen aquellas plantas que les son beneficiosas puesto que vibran con su energía y con la del entorno. Hay comunidades orientales estrictamente vegetarianas que no han desarrollado determinadas enfermedades hasta que se han trasladado a otro país, en el cual a pesar de seguir con la misma alimentación comenzaron a manifestar patologías desconocidas para ellos en su país de origen. Ello es debido a que los vegetales, frutas y hortalizas de su comunidad contenían bacterias beneficiosas para su salud, y que no se encontraban en las que utilizaban en su nueva residencia quizás debido a la composición del suelo o del clima.

Las plantas medicinales no solo influyen en el cuerpo humano sino también en su alma. Hay médicos homeópatas que utilizando diluciones de determinadas plantas en D2000 y D6000 contra una enfermedad física, cambiaban también la naturaleza propia, el alma y el carácter. Y para aquellos que apunten que en homeopatía la planta está manipulada podemos añadir que es una terapia que carece de efectos secundarios algo que sí ocurre en los principios activos sintetizados químicamente.

Una planta es un laboratorio químico por sí sola, un universo único e irremplazable y aunque bien es cierto que algunas hay que tomarlas con precaución y otras pueden ser letales, cuando se utiliza la planta entera sus mismos componentes interactúan entre sí para ayudarnos. El gran inconveniente surge al sintetizarlas químicamente. En ese proceso “el alma” de la planta desaparece. Sabemos que se han hecho grandes progresos farmacéuticos y que con ellos se salvan vidas todos los días, pero también se han originado efectos secundarios que no tiene la planta original y que para esos efectos secundarios tendremos que tomar otra droga sintética que nos producirá otro efecto secundario…..

No rechazo nada, aunque bien es cierto que creo más en unas cosas que en otras y que siempre defenderé el SENTIDO COMUN. Busquemos el término medio porque es ahí donde hallaremos el equilibrio.

Vida sana, ejercicio, cuidar las emociones, las relaciones sociales, vivir con lo necesario, olvidarnos de las prisas (la inmediatez no conduce a nada) y sobre todo una buena alimentación.

Una cuarta parte de lo que comes te mantiene, las otras tres partes mantienen al médico”

 

María José Rodríguez Pujante, profesora de yoga